EROTISMO VIOLENTO
“El pintor que niega sus influencias es un mentiroso” Luis Caballero
El dramatismo, la teatralidad, vivificadas con fuerzas inalcanzables, en donde los cuerpos se chocan por la infalible conexión y seducción de la naturaleza, hacen que Luis Caballero, sus pinturas y dibujos se conviertan en una de las joyas del arte colombiano, este artista nacido en la ciudad de Bogotá en el año 1943, marco con su magnífica representación de la anatomía humana el referente de lo que se puede llamar el erotismo violento, un erotismo que nace de su ingenio y de sus inclinaciones sexuales, dándonos a los espectadores mucho más que un dibujo en cada trazo expuesto en las texturas enmarcadas como piel.
Luis Caballero decidió dedicarse desde muy pequeño al arte, siendo estudiante de su tía abuela Margarita Holguín y del artista Andrés de Santa María, mientras hacía sus estudios secundarios en el Gimnasio Moderno de Bogotá, luego de esto ingreso a estudiar en la Escuela de Artes de la Universidad de los Andes, teniendo allí maestros entre los que se encuentran Marta Traba e Iván Antonio Roda, prosiguiendo así sus estudios en la Academia de la Grande Chaumire de París1. El inicio de su carrera se enmarco por la definición de su obra, siendo está totalmente figurativa e insinuante, siendo las obras renacentistas su referente inspirador, en donde el cuerpo y sus representaciones apasionadas forjaban su estilo exorbitante, desenvuelto en la soledad y en las aberraciones que le rodeaban, las cuales permitieron que fuera ganador de distintos premios, como la Bienal de Medellín en el año 1968.
Carboncillos y sanguinas se encuentran corpóreamente en sus dibujos llenándose de fuerza con cada línea que se transforma en un cuerpo vivo, en un cuerpo de sufrimiento, de lujuria, tan dionisíaco, que no hay equivalencias mojigatas, al contrario subyacen del desenfreno instintivo de cada ser humano. Su dibujo sin título realizado en el año 1976 es una muestra de la capacidad expresiva que poseía Caballero, del erotismo en donde la distancia masculina se convierte en femenina, y se penetran las instintos más profundos de su ser, un dibujo erótico y a la vez violento, de sutil posición y gesto, muerte y vida apoderándose de este ser extasiado de lo que su autor siempre anhelo e hizo consagrar con cada sombra y mancha de pasión, semejándose a las flagelaciones coloniales de los personajes religiosos y a la glorificación de los cuerpos delirantes de deseo.
Erotismo violento es lo que transmite esta y muchas otras obras de Caballero, un erotismo no solamente sexual, si no un erotismo que se encuentra mediado por la violencia relacionada directamente con los pensamientos homofóbicos, con la violación de los derechos, de la libertad de decisión, en este país que violenta día a día desde todos los puntos de vista, desde todas las formas posibles, en donde el ser diferente y tener tendencias tanto sexuales, políticas, religiosas de un "querer se" son censuradas al escarnio público, al hostigamiento y la desafortunada inquisición popular, una forma más de violencia descomunal, que remite a querer expresar por medio de líneas cuerpos “pecadores”, cuerpos iguales, erectos y desaforados, que comunican euforia a los que callan y murmuran, a los que descomulgan sin una razón de ser, convirtiéndose en torturadores y manipuladores de un erotismo que traspasa los convencionalismos y las costumbres de una sociedad elitista y “conservadora” que se mantiene con esa esencia de asesino experimental en donde mueren las maneras del "ser alguien" con identidad desde todas las perspectivas.
1. http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/cabaluis.htm
Imágenes tomadas de:
http://www.banrepcultural.org/luis-caballero/obras4.html
https://leonlegolas.wordpress.com/obras/pinturas/img_2087/
