AMBIGUO ARTE MODERNO
En “La palabra pintada” de Tom Wolfe, un fragmento del libro “La palabra pintada y ¿Quién le teme al Bauhaus feroz?” realizado hacia 1975, el autor muestra de una manera concisa, crítica y clara, el entorno de las vanguardias artísticas de principios de siglo XX y el desarrollo que estas tuvieron hasta llegar al arte conceptual, en donde el arte se torna literario en esencia, cambiante y ambiguo según al medio artístico en que se origine. Es decir el arte del siglo XX, empieza a sufrir múltiples trastornos, a nivel técnico y conceptual, mediado por diferentes características sociales y económicas las cuales se manifiestan explícitamente en el texto.
Wolfe hace dos distinciones sobre el artista del siglo XX, el primero de estos está posicionado en lo que el autor define como la danza de los bohemios, una danza inestable entre lo humilde y lo anti burgués, que como diría Walter Benjamín nace de una pobreza humana[1], pero lo que radica en este caso es la liberación moderna del artista, no la penuria incandescente del hombre, aunque aquello tome un lugar importante en la nueva vida de este en la sociedad moderna, ya que se empiezan a generar cambios a nivel intelectual sobre el lugar del artista, entre una vida de “desarraigos” económicos que antiguamente dominaban el arte, (la nobleza y los mecenas, etc.), quienes alimentaban al artista y les brindaban su apoyo en muchos sentidos, creyendo que eran genios; a partir de 1900 el artista se traslado a los cenáculos, sitios de reunión para los bohemios, en donde fingidamente rechazaban a la burguesía que añoraban. La segunda distinción es la Consumación, un estado en donde esta idea de bohemio, desinhibido, preocupado por su círculo es totalmente fulminado por la moda, la fama y el dinero, el artista se deja llevar por las nuevas economías del arte y simplemente hace parte del nuevo status artístico.
La complejidad que se empezó a implantar en el Arte Moderno, se originó en lo que Wolfe define como “el arte literario[2]”, un arte que no quiere pertenecer al espejo de la realidad en nada, mejor definido como un arte generador de rupturas, propositivo, sin restricciones, que no conllevaría a una representación, la cual ya había saturado la historia; uno de los grandes problemas de el arte moderno fue su público o tal vez no; la exclusividad de este empezó a darse en Francia, no era necesario que el arte llegará al pueblo, la divulgación empezó a limitarse y a quedarse entre un medio cerrado, una “aldea” que ya tenía sus adeptos.
¿El arte por el arte? Quizás, aunque muchos movimientos modernos no se pensaron así, si hubo artistas que reclamaban esta condición de identidad, algunos movimientos fueron liderados por las políticas de izquierda, “el realismo social”, mientras la teoría del arte quedaba en el borde del olvido, dicho sistema empezaba a imponerse en las artes hacia 1930, Bourdieu[3] explica la razón ¿por qué el arte hace parte del campo al que él llama social?, y es permisible aclarar que este está mediado por la sociedad, ya sea con fines políticos o no, siempre el arte va a tener un referente sociológico, el cual lo define y lo posiciona como un ente cultural importante.
Hablar de las diferentes corrientes vanguardistas de la modernidad del siglo XX implica comprender muy bien en qué consistió cada una de ellas, pero acá se hablará del expresionismo abstracto, un movimiento que se originó en Nueva York y que se postuló como el arte de la ciudad moderna ante París, Jackson Pollock el gran artista de esta vanguardia, amigo de Greenberg se encontraba entre el doble registro, entre la danza bohemia y la consumación, sus obras fueron epicentro de muchas críticas tanto positivas, como negativas, puesto que su propuesta artística, era un nuevo lenguaje algo incomprensible, era la expresión en naturaleza; Greenberg teórico artístico al igual que Rosenberg, hablaban de la importancia de lo plano y de lo que este aportaba al arte, un nuevo pensamiento, aclarando la importancia de las obras de Pollock y otros artistas, colocándolas como un referente de lo que debería ser el arte, teóricos absortos en la búsqueda del sentido de este.
Pero para muchos esto no era tan claro como parecía, así que se originó el Pop art, un movimiento transgresor que borró todo lo supremo a lo que se había llegado, una vanguardia con plano, con leguaje propio que transformó el mundo artístico, al mundo comercial que extirpaba el pensamiento de los artistas modernos anteriores a este. Proceso tras proceso se generó, pasamos de este mundo de estrellas, a un nuevo ciclo en el cual se buscaba de nuevo la razón del arte, la razón de este ambiguo destello por el cual otros habían empezado a pensar, el minimalismo, al Op art y el arte conceptual, vanguardias que se oponían a la extravagancia de Warhol y eran quienes sentían que debían hallar un nuevo arte; iniciaron su proceso teniendo como resultados grandes aportes que marcaron el destino de este; el arte conceptual encontró en lo inefable, al arte que se estaba buscando por excelencia, el arte literario que surge no de la pintura, ni de procedimientos técnicos, nace del concepto en donde este toma su esencia, el artista su posición, es decir se vivifica y se enaltece la teoría, el arte y sobre todo se vuelve inexplicable su presencia.
¿Pero de qué manera podemos ver en la actualidad todos estos sucesos que han marcado le monde artístico?,¿ acaso los podemos ver solo como hechos históricos?, de acuerdo con la posición de Wolfe, no solo podemos mirar al arte moderno como una condición explícita , como una línea horizontal que simplemente paso; la historia del arte se ha analizado desde una posición bastante concreta y sumisa, pero detrás de esta hay infinidad de decibeles, que como nos muestra el autor, están llenas de anécdotas, y sucesos que alimentan su condición y su esencia, es ilógico hablar de un arte que no se transforma a diario y más en 1900, en donde todo se encontraba a flor de piel, en donde la sociedad ansiaba y necesitaba cambiar los cánones renacentistas para asumir nuevos niveles artísticos; guerra tras guerra marcaron esta época que tal vez muchos añoran, la época del mundo moderno, de los grandes intelectos, de las grandes irreverencias pictóricas.
John Berger[4] habla de los distintos modos de ver en las obras, entre esos los procesos que sufren a la hora de ser reproducidas, considero que es importante destacar que también la forma en que nosotros vemos al arte moderno puede tornarse ambigua, lo que para Wolfe es algo totalmente verídico, circunstancial para un historiador no lo puede ser, el arte moderno es mucho más que un conjunto de artistas y de vanguardias, este arte guarda en su esencia un legado de construcciones que atraviesan las teorías, los pensamientos y las técnicas, es un arte literario por primacía, un arte del cual las diferencias de los artistas, terminan siendo una concordancia de actitudes radicales, de pensamientos poco anticuados, de sinónimos antipatizados.
El Arte Moderno marco muchos referentes actuales sobre el arte, la visión de lo que pueda pasar con la humanidad, se interiorizo en el artista y su mundo, siendo más que un simple soplo de elegancia e intelecto, pensar en Arte en estos momentos es una función compleja, pero no imposible, tal vez se generen de nuevo pensamientos que atraviesen las condiciones actuales del arte, y propongan nuevas maneras de orientación artística, de donde puedan resultar nuevas anécdotas, sucesos y experiencias que transformen la horizontalidad en la que nos encontramos hace ya un tiempo, utópico o no, esto es lo que muchos esperamos, para reconfigurar el Arte.
[1] Walter, B (1933) Experiencia y pobreza.
[2] Tom, W (1975) La palabra pintada, ¿Quién le teme al Bauhaus feroz?
[3] Pierre, B. (1980) Pero ¿Quien creó a los creadores?
[4] John, B. (1972) Modos de ver
